LA NOMOFOBIA, LA NUEVA ADICCIÓN QUE AMENAZA A LOS ADOLESCENTES.
El teléfono
móvil se ha convertido, en poco tiempo, en una parte esencial de nuestro
día a día.
La nomofobia es
el miedo irracional e incontrolable a estar sin el teléfono móvil. Estar
pendiente del móvil produce unos cambios químicos similares a otras adicciones.
Cuando la persona adicta utiliza el dispositivo, tiene mayores niveles
del neurotransmisor
ácido gamma - aminobutírico (GABA) en el cerebro.
Justo en la zona donde actúa la dopamina.
No existe una unanimidad entre los expertos a la hora de etiquetarlo como
adicción o droga, algunos médicos consideran que el uso abusivo de las nuevas
tecnologías es una adicción no relacionada con una sustancia; y que solo
se puede tratar de adicción cuando este uso excesivo supone una pérdida de
control, una absorción a nivel mental y una alteración grave de las capacidades
de la persona. Es por este motivo de no unanimidad que la nomofobia no está
considerada como patología ni trastorno del comportamiento.
SÍNTOMAS,
CONSECUENCIAS Y SOLUCIÓN
Estar siempre enganchado al móvil crea dependencia y perjudica gravemente nuestra salud. El adicto disfruta de los beneficios inmediatos de este dispositivo, pero no presta atención a las posibles consecuencias negativas a largo plazo.
- Intentas tener siempre el dispositivo cerca y, en caso de no tenerlo, sientes un gran estrés y ansiedad.
- Consultas el teléfono compulsivamente.
- Lo primero que se hace al despertar y lo último antes de acostarse, sin excepción, es consultar el teléfono.
- La batería no dura un día.
- Lo llevas a todas partes, incluido al servicio.
- Lo usas en reuniones sociales
- Sufres constantemente el síndrome de la vibración fantasma. Sientes que el teléfono está vibrando en el bolsillo cuando, en realidad, no es así.
- Aplazas tareas importantes para estar con el móvil.
Cuando la adicción se consolida y hay un uso abusivo descontrolado aparecen síntomas de abstinencia, como la ansiedad, la depresión y la intranquilidad. Desde este punto, el sujeto puede mostrar un ansia por las redes sociales, e incluso se produce un flujo de transrealidad -alejamiento de la vida real-, que recuerda la experiencia de las drogas.
Además, estas personas sufren más trastornos como alteraciones del sueño, impulsividad, malestar emocional, disgustos, preocupaciones y la búsqueda exagerada de emociones fuertes.
Cuando la comunicación online queda interrumpida, se puede llegar a sufrir nerviosismo, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolores de cabeza y de estómago y ataques de pánico.
LOS PERFILES CON MÁS ADICCIÓN
La generación Z se siente y se define como "tecnológica". Los jóvenes creen, y defienden, que la tecnología es el elemento principal que define el futuro. Son grandes conocedores y usuarios del mundo digital, sobre todo de las redes sociales; sin embargo, son los que más sufren de nomofobia.