Abuso de la MDMA (éxtasis)

17.11.2020

La 3,4-metilendioxi-metanfetamina (MDMA), también conocida como molly, éxtasis o X, continúa siendo popular entre millones de personas. Esta droga ilegal a menudo se consume por la sensación de bienestar, estimulación y distorsión de la percepción del tiempo y el espacio que genera. La MDMA se hizo popular inicialmente en las fiestas de toda la noche ("raves"), pero el consumo se ha expandido ahora a una amplia variedad de entornos.

La MDMA es una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno. Produce un efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal y hace que las experiencias sensoriales se disfruten más profundamente. También se la ha descrito como un entactógeno: una droga que puede aumentar la conciencia de uno mismo y la empatía.

Molly-el término callejero de "molecular"- se refiere a la MDMA en forma de polvo cristalino, que generalmente se vende en polvo o en cápsulas. Algunas personas piensan, equivocadamente, que la molly no contiene los contaminantes que se encuentran con frecuencia en el éxtasis. En realidad, el análisis químico de drogas vendidas como molly ha demostrado que a menudo contienen otros tipos de drogas y hasta es posible que no contengan MDMA.

Quien consume MDMA puede experimentar los efectos embriagadores de la droga alrededor de 45 minutos después de tomar una sola dosis. Esos efectos incluyen una intensificada sensación de bienestar, mayor extroversión, calidez emocional, empatía hacia otros y la disposición a conversar sobre recuerdos con gran carga emocional. Además, la gente reporta la intensificación de la percepción sensorial como una marca distintiva de la experiencia con MDMA.

Sin embargo, la MDMA también puede causar varios efectos secundarios agudos. Por ejemplo, si bien las sobredosis letales de MDMA no son comunes, pueden potencialmente poner en riesgo la vida, con síntomas como presión arterial alta (hipertensión), desfallecimiento o mareos, ataques de pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento y convulsiones.

La MDMA afecta el cerebro al aumentar la actividad de al menos tres neurotransmisores (los mensajeros químicos de las células cerebrales): serotonina, dopamina y norepinefrina. Al igual que otras anfetaminas, la MDMA aumenta la liberación de estos neurotransmisores y/o bloquea su reabsorción, lo que produce niveles más altos de neurotransmisores en la hendidura sináptica (el espacio entre neuronas en la sinapsis).

La MDMA genera una mayor liberación de serotonina y norepinefrina que de dopamina. La serotonina es un neurotransmisor que cumple una función importante en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el dolor, el apetito y otros comportamientos. La liberación excesiva de serotonina que genera la MDMA es la causa probable de la estimulación del estado de ánimo que experimenta quien consume la droga. Sin embargo, al liberar grandes cantidades de serotonina, la MDMA hace que el cerebro quede significativamente privado de este neurotransmisor importante, lo que contribuye a los efectos psicológicos negativos que la persona puede experimentar durante varios días luego de consumir MDMA.

Dado que la mayoría de las personas que consumen MDMA son jóvenes y se encuentran en sus años fértiles, puede ocurrir que algunas mujeres consuman MDMA cuando están embarazadas. Las investigaciones sugieren que la MDMA puede tener efectos secundarios adversos en el feto en desarrollo. Un estudio con seres humanos demostró que la exposición prenatal a la MDMA estaba asociada con demoras motrices en el bebé hasta dos años después de nacer. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si estas demoras persisten más adelante en la vida.

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